Beneficios de la grosella negra
Trastornos Reumatismo, gota, artrosis, insuficiencia venosa, diarrea, visión
Enfermedades Resfriados, gripe, disentería
Beneficioso Fatiga, antiinfeccioso, diurético, depurativo, adelgazante, fatiga visual
Descripción de grosella negra
Es un pequeño árbol o arbusto muy tupido y frondoso que puede llegar a medir hasta 1,5 metros de altura. La grosella negra da nombre a la planta y su fruto, que también se llama baya de grosella negra. Las hojas de la grosella negra son de forma triangular y tienen un olor muy agradable, presenta de tres a cinco lóbulos dentados de color verde o rojo. Las flores vienen en racimos, los pétalos de las flores combinan el verde por fuera y el amarillo-rojo por dentro. Los frutos son bayas pequeñas, de color azul muy oscuro a negro, de aspecto suave, agrupadas en racimos de sabor aromático, del que se extrae un jugo espeso y agrio.
Cultivo de grosella negra
Se originó en el norte y centro de Europa, espontáneamente en terreno montañoso. La grosella negra se cultiva en Asia, América del Norte y especialmente en el norte de Francia, y más precisamente en Borgoña y cerca de Dijon. Prefiere suelos ligeros moderadamente sombreados con clima templado y húmedo. Hay muchas grosellas negras plantadas en los jardines. Se dice que se adquiere por esquejes lo que permite su multiplicación.
Su composición
Las hojas contienen diferentes flavonoides como rutósido e hiperósido, aminoácidos, taninos, proantocianidoles, además de vitamina C y una esencia aromática.
Las bayas de grosella negra contienen muchos componentes beneficiosos para la salud. Incluyen minerales como potasio, calcio, fósforo, así como magnesio y hierro, vitaminas, junto con vitamina A, vitamina B1, vitamina B2, vitamina B3, vitamina B6, vitamina B9, vitamina B12, así como vitamina E y vitamina K y especialmente vitamina C. Las bayas también incluyen azúcares, ácidos grasos, polifenoles, pero también antocianósidos, heterósidos de flavanol y taninos.
El aceite de semilla de grosella negra está lleno de ácidos gamma-linolénicos, omega 3 y vitamina E.
Sus virtudes medicinales
Las bayas son de gran ayuda con los problemas de circulación sanguínea, gracias a los flavonoides como la antocianina (antioxidante). Las bayas también protegen el sistema vascular, por sus propiedades hipotensivas y vasodilatadoras, necesarias contra la insuficiencia venosa y también importantes para la restauración de la función visual, en particular para eliminar la fatiga ocular.
Las bayas de grosella negra son eficaces como antifatiga y también antiinfecciosos. Su hierro combinado con su vitamina C, lo convierten en un formidable fortificante capaz de prevenir resfriados y gripes desde la aparición de los primeros síntomas.
Es ideal en trastornos relacionados con el reumatismo, así como para la gota y la artrosis. Precisamente, ESCOP especifica que la grosella negra aporta con sus propiedades antiinflamatorias y con sus componentes, una mayor evacuación o eliminación del ácido úrico, factor importante en estos trastornos.
Las bayas de grosella negra tienen efectos diuréticos y depurativos, una estimulación significativa del sistema hepático y renal necesario para la pérdida de peso.
Las bayas de grosella negra permiten, con su componente antocianino, ser más efectivas con su virtud antidiarreica.
Grosella negra otros usos
Es una fruta ideal para hacer repostería, también hacemos jaleas, mermeladas, sorbetes o incluso tartas. Pero, por cierto, los usos más conocidos de la grosella negra es su famosa crème de cassis, famosa por kirs con vino blanco o kir royal con champagne (para consumir con moderación). Es importante precisar que la grosella negra se conserva bien y sobre todo conserva su contenido de vitamina C, ya sea en congelación, cocción e incluso secado.
La grosella negra ayuda a curar
Reumatismo, gota, artrosis, insuficiencia venosa, resfriados, gripe, fatiga, antiinfeccioso, diurético, depurativo, adelgazamiento, diarrea, visión, fatiga visual.